Eso es lo que hicimos el pasado 40 de mayo en el Parque del Mediodía, bailar bajo la lluvia; compartir; disfrutar; montar en bici (en bicicletitas mejor dicho); andar en zancos; hacer malabares; cantar; dormir la siesta (algunos), comer… no en ese orden precisamente. En definitiva, celebrar que nos quitamos el sayo, aunque hayamos tenido que llevar chubasqueros.
Y es que cuando Estarivel se pone, lo consigue: un estupendo festival que solo lleva dos años -pero que seguro que ya es tradición-, en el que hubo de todo, sobre todo buen ambiente, música, mucha música, risas, juegos y niños, sí también muchos niños.
¿Cómo puede Estarivel haber reunido tal cantidad de colaboradores? Simplemente, organizando una fiesta alternativa,popular, autogestionada y dedicada a todos los públicos.
Aquí os dejamos una pequeña galería de fotos de lo que fue el 40 de mayo. Deseando repetir.